Y es que, se trata un negocio brutal si se piensa, y por el que si una compañía necesita usar alguna de esas patentes, ésta debería llegar a un acuerdo con Google para darle una licencia, previo pago por supuesto. También les sirve para cubrirse las espaldas frente a otras compañías que puedan demandarlos. De esta forma Google se quita de encima una compañía con pérdidas, pero se queda con lo que en un principio les interesaba, las patentes, unas 17.000 aproximadamente. Eso sí, a Lenovo también le ha tocado un pellizquito de patentes y se han quedado con unas 2.000 y la licencia para el uso del resto de ellas, ya propiedad de Google.
Por otra parte, esta compra revela el buen estado de salud de Lenovo que ya se hizo con buena parte de IBM y que ya se coloca como el segundo fabricantes de ordenadores del mundo. Si las cosas le van tan bien con la división móvil, podría convertirse en uno de los actores principales en cuanto a fabricantes de smartphones se refiere y además Motorola es vendida con un buen lavado de cara por parte de Google y con dos grandes teléfonos como son el Moto X y el Moto G. Cuidadito Samsung y Apple que ha llegado Lenovo.